¿Te has puesto a pensar cuánto caminas diariamente? Probablemente ni te imaginas, pero se sabe que aproximadamente damos entre ocho mil y 10 mil pasos al día.
Esta realidad nos hace pensar en la comodidad que deben tener tus pies, que soportan el peso del cuerpo diariamente. Es importante elegir bien un calzado, ya sea para el trabajo, para una reunión social, actividades deportivas o simplemente para estar en casa.
El Programa Brazilian Footwear promovido por la Asociación Brasileña de las Industrias de Calzados, Abicalçados, en asocio con la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones, Apex-Brasil, nos brinda algunas ideas claves para elegir el calzado adecuado, tomando en cuenta estas recomendaciones, a través de la experiencia de marcas como: Usaflex, Kildare, Sapatoterapia.
La calidad del material es muy importante. Esto puede determinar un impacto que van desde heridas, callos, dolor en determinadas partes del pie, así como incentivar la presencia de juanetes o repercusiones directas a la columna, cadera o articulaciones. Una opción buscar zapatos que se amolden a pie, nunca el pie al zapato.
Recuerda que cuando adquieres un zapato y sientes que te queda un poco apretado, la vendedora te recuerda que «el zapato cede», y lo compras, pero son tus pies los que sufren las molestias hasta que «cedan». Eso no es saludable. El calzado no debe apretar a los pies, simplemente sujetarlos, más aún si se tiene un pie con algún nivel de deformación.
¿El confort está en relación con el taco del calzado? Pues sí. Hasta el taco número siete se puede tener comodidad en un zapato, sin embargo, la textura, el diseño y la tecnología bien usadas- cuando se elabora una propuesta de calzado- contribuye a la comodidad de los pies, aún cuando este sea un taco más allá de siete.
Por último, sugerimos que las compras de zapatos se hagan preferentemente en la tarde cuando el pie está hinchado, de esta forma te aseguras que el calzado que adquieres es de tu talla y no te aprieta o molesta. No olvidar las recomendaciones de la abuela, dejar un centímetro de sobra o sobre un dedo del pie.