Tatiana Espinosa lleva una década luchando por la conservación de los grandes árboles de la Amazonía Peruana en Madre de Dios .
De pie ante cientos de guardaparques de las reservas y parques naturales en las zonas más recónditas del planeta, la peruana Tatiana Espinosa recibió el Premio Jane Goodall en nombre del Perú, en nombre de la Amazonía.
Hace una década, la directora ejecutiva de la Asociación para la Resiliencia para el Bosque Amazónico – Arbio (https://www.arbioperu.com/) asumió el reto de administrar una concesión forestal en Madre de Dios, pero no para extraer madera u otro recurso, sino para preservar las especies de árboles más grandes de la Amazonía, como el caso del Shihuahuaco, sometida a una presión de saca ilegal que pone en peligro su existencia.
La Federación Internacional de Guardaparques congrega a miles de hombres y mujeres de más de 40 países que a diario arriesgan sus vidas en favor de la conservación de los bosques y áreas protegidas en el mundo. Los guardaparques son reconocidos por los gobiernos como los principales protectores de los parques, reservas y demás áreas protegidas del planeta.
El premio Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award es otorgado por la Federación Internacional de Guardaparques – IRF (International Ranger Federation), The Thin Green Line Foundation y la International Union for Conservation of Nature/World Commission of Protected Areas (IUCN/WCPA) a la persona que, a pesar de todos los obstáculos, ha logrado llevar adelante acciones de conservación para proteger áreas y especies amenazadas ofreciendo de esa manera inspiración a otros.
Jane Goodall es una primatóloga designada por la ONU como Mensajera de la Paz por su constante trabajo por la conservación de chimpancés y otras especies en parques nacionales de Tanzania. Jane Goodall dedicó más de 50 años de su vida a la conservación, y es un ejemplo de inspiración para el mundo entero. “Nosotros los guardaparques somos sus manos en la tierra”, dijo Tatiana al momento de recibir el reconocimiento en Nepal.
Así, la Ingeniera Forestal e investigadora peruana asume los riesgos de la conservación de los bosques por vocación e iniciativa voluntaria. Y a pesar de los retos que ella y su equipo enfrenta, su compromiso seguirá vigente. Sin embargo, ella reconoce que su esfuerzo “No es suficiente sino solo parte de una responsabilidad mayor en la que debe participar la comunidad, el gobierno y el sector privado”.
Tatiana Espinosa no solo agradece por el premio recibido, sino que también hace un emotivo reconocimiento a la labor que cumplen los guardaparques, especialmente los que trabajan en Perú. Ella señala: “Quiero recalcar que, a pesar del importante rol que cumplimos, nuestra función no es debidamente valorada ni reconocida como lo que es, como lo que somos: los verdaderos héroes del planeta”.