CALAMASUR buscan estrategias para mejorar estudios y sostenibilidad del Calamar Gigante

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Los países miembros del Comité para el Manejo del Calamar Gigante del Pacífico Sur (CALAMASUR) plantearon en Santiago (Chile) una serie de medidas a fin de hacer sustentable el manejo del recurso marino en nuestra región y buscar posiciones conjuntas para afrontarlos.

Su presidente, Alfonso Miranda Eyzaguirre reveló que en el Océano Pacífico Oriental se extraen aproximadamente un millón de toneladas de Calamar Gigante (Dosicidus Gigas), de las cuales nuestro país posee el 45 por ciento de dicho recurso marino.

Cabe indicar que el calamar gigante tiene un ciclo de vida corto con una longevidad máxima de dos años y se detecta la presencia de al menos dos generaciones simultáneamente, tiene una alta tasa de crecimiento alcanzando grandes tallas (97 cm de longitud de manto y 37 kg de peso entero) y, es una especie particularmente carnívora.

Miranda Eyzaguirre señaló que se presentan fluctuaciones impredecibles respecto a su localización y densidad por lo que planteó al Instituto del Mar del Perú (IMARPE) un exhaustivo estudio en nuestro país, como por la Organización Regional de Ordenación Pesquera – Pacífico Sur (OROP PS).

Cita anual de CALAMASUR

En la reunión anual sostenida recientemente en la capital chilena, se unió como país miembro México, y se analizó las brechas del conocimiento sobre la biología  del recurso, las deficiencias en el intercambio de datos entre los países y la falta de un modelo acordado de evaluación de la población de calamar.

“Nos preocupa que la falta de monitoreo y control de la flota en aguas internacionales, aliente la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. El aspecto más delicado es el  enfrentamiento a la competencia desleal de la flota de aguas distantes provenientes de China, Taiwán y Corea del Sur”, expresó.

Al respecto, el titular de CALAMASUR manifestó que estudios recientes han evidenciado que la viabilidad económica de estas flotas depende no solamente de los subsidios estatales, sino también de la reducción de los costos laborales.

En consecuencia, planteó que la violación de derechos humanos en las flotas de aguas distantes, debe de ser una prioridad a abordar por parte de la comunidad internacional.

“Es una realidad que deben tener en cuenta los compradores en los mercados internacionales”, sentenció.