Giro en política exterior ecuatoriana en manos de Lenin Moreno

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La nueva política exterior de Moreno

La propuesta de unificación bajo la óptica bolivariana pasa por sus horas más bajas. El Gobierno ecuatoriano puso ayer en el congelador dos de los proyectos emblemáticos de integración que cuentan con la impronta del socialismo del siglo XXI y anunció una medida: pedirá la devolución del edificio de la Unasur, ubicado en la Mitad del Mundo.

Este es el segundo golpe que, en menos de 24 horas, recibe desde Ecuador el bloque bolivariano. El miércoles, la Cancillería envió sendas notas de protesta a La Paz y Caracas; llamó a consultas al embajador en Bolivia, Franklin Columba; y suspendió el viaje de Fabián Solano, que fue designado como embajador en Venezuela.

Esto porque los presidentes Evo Morales y Nicolás Maduro, en solidaridad con el exmandatario Rafael Correa, sobre quien pesa una orden de prisión preventiva dentro de una investigación por secuestro, pusieron en tela de duda la independencia de la justicia ecuatoriana, al sugerir que está direccionada por otros países.

En un conversatorio con la prensa extranjera acreditada en el país, el presidente Lenín Moreno calificó como “desafortunadas” las declaraciones de sus homólogos, que además son los principales impulsores de la existencia de un bloque bolivariano opuesto especialmente a los Estados Unidos.

“Si como países no respetamos las instituciones y los procesos, definitivamente estamos interviniendo en los asuntos internos de un país. Hemos sido cautelosos en el tratamiento de varios temas, a pesar de tener serias reservas y observaciones”, declaró Moreno en alusión a Venezuela.

El mandatario reconoció ayer que la Unasur, por falta de consensos para elegir a su secretario, está abandonada y se ha convertido en un “nuevo elefante blanco” al que habría que darle otro uso. Y, si el organismo logra subsistir, entregarle un nuevo espacio para su funcionamiento.

“Si no está haciendo nada, ese edificio sale sobrando. Ese edificio está dado en donación a Unasur y su recuperación depende de la decisión de sus miembros, pero lo vamos a solicitar”, dijo el mandatario.

La utilidad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) también quedó en entredicho con la declaración, corta pero contundente, de Moreno de que “hace rato que ni funciona”.

Si bien el llamado a consultas del embajador Columba y la suspensión del viaje de Solano no significan necesariamente una ruptura en las relaciones con Bolivia y Venezuela, sí tensa aún más las relaciones con los otrora aliados, que dejaron de ser iguales desde el 24 de mayo de 2017.

En la orilla contraria se ubican las relaciones, por ejemplo, con Washington que, según el Gobierno, traen varios beneficios para el país. El presidente Moreno respondió a las críticas que hizo Leonardo Vicuña, padre de la vicepresidenta María Alejandra Vicuña, respecto a la visita del segundo mandatario estadounidense Michael Pence, a finales de junio.

“Hemos refrescado la relación que se mantenía tirante con el Gobierno con el que tenemos las mayores relaciones comerciales”, sostuvo Moreno, quien aseguró que si bien respeta la opinión de Vicuña, que es presidente del Banco del Pacífico, le habría gustado que estos temas se los trate casa adentro.

El Gobierno resalta que, pese a los cerca de mil millones de dólares de reducción en las exportaciones no petroleras hacia los Estados Unidos entre 2014 y 2017, la balanza con ese país supera los $ 2.500 millones.

Según el Banco Central, las exportaciones no petroleras ecuatorianas hacia Bolivia llegaron a los $ 38,8 millones en 2017, registrando un aumento del 24 % con respecto al año anterior.

Con Venezuela, las experiencias ecuatorianas no son muy alentadoras. Por ejemplo, está el proyecto Refinería del Pacífico que nunca se concretó, pese a que se han invertido unos 1.500 millones de dólares en aplanar el espacio donde se supone que sería construida. Tampoco funcionó la empresa binacional de economía mixta Río Napo, que ahora está en pugna por un proceso de liquidación en el que Venezuela espera recibir $ 383 millones, algo que es rechazado por Ecuador, como publicó Diario EXPRESO.

Los detalles

La situación de Venezuela

El presidente Lenín Moreno reconoció ayer que en Venezuela “hay una crisis humanitaria” que ha hecho que más de dos millones de personas dejen ese país. “Es realmente desesperante y parte el corazón”, dijo. Sin embargo, el mandatario se mostró contrario a cualquier intento de intervención militar al país gobernado por Nicolás Maduro. Según Moreno, esto podría resultar todavía más perjudicial para los venezolanos, por lo que hizo un nuevo llamado al diálogo.

El apoyo en la frontera norte

El Gobierno aseguró que el apoyo internacional que solicitó para hacer frente a la violencia en la zona de frontera norte está avanzando, aunque no en las proporciones que habrían sido ofrecidas. Dijo que hay aspectos tecnológicos y de capacitación que se están desarrollando, pero no pueden ser revelados por seguridad. También afirmó que las fuerzas militares colombianas tenían cercado a alias Guacho, pero que al parecer el delincuente logró escapar, por lo que continúa la búsqueda.

Diálogos de paz con el ELN

El presidente Moreno defendió ayer nuevamente su decisión de retirar a Ecuador como sede de los diálogos de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Estado colombiano. El mandatario dijo que no se puede hablar de una intención de paz mientras se sigue dinamitando el oleoducto o torres de energía eléctrica. “Altos dirigentes del ELN estaban aquí en Quito. Inclusive tal vez las órdenes se enviaban desde aquí. No lo aseguro, pero es probable”, comentó.

Borrón y cuenta nueva en el caso Assange

La situación del hacker australiano Julian Assange, asilado en la Embajada de Ecuador en el Reino Unido desde 2012, podría encontrar una salida “en el mediano plazo”.

El Gobierno ecuatoriano inició, en “esta nueva etapa” con José Valencia a la cabeza del Ministerio de Relaciones Exteriores, un acercamiento con las autoridades británicas.

El presidente Lenín Moreno dijo ayer que ahora se están haciendo las cosas por donde se debió haber iniciado: “conversando con las autoridades de Inglaterra”.

Según el Gobierno, los diálogos que hasta ahora se han avanzando han sido “bastante fecundos”. En este marco, Londres ha entregado cierta información a Quito, la cual será usada para ajustarla a la normativa internacional y en beneficio de preservar la vida de Assange, que es requerido por la justicia de Estados Unidos y de Gran Bretaña.

Moreno reconoció ayer que la idea de la excanciller María Fernanda Espinosa, que ahora preside la Asamblea General de las Naciones Unidas, de entregar la naturalización a Assange, en lugar de ser una solución complicó más las cosas.

Asimismo criticó que Assange haya violado algunas de las condiciones del asilo en la embajada ecuatoriana, al pronunciarse en varias ocasiones sobre temas de política exterior.

(Fuente: Nodal)