* El deportista lleva el tiro en la sangre porque su abuelo y papá, fueron seleccionados en fusil y pistola. Siempre los veía disparar cuando era niño.
* Carrillo recién entró a la competencia en 2012 cuando vio a un cubano ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos Toronto 2012.
* Hoy está entre los mejores 20 del mundo y tiene como reto ganar la presea dorada en Lima 2019, para clasificar a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Hablar del tiro en el Perú es acudir a las históricas páginas de triunfos del único deporte que nos entregó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. En Londres 1948, Edwin Vásquez Cam alcanzó la gloria al subirse a lo más alto del podio en la competencia de pistola de aire 50 metros.
36 años después, otro tirador llegó hasta el podio para recibir su medalla de plata en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984. Francisco Boza, alcanzó el segundo lugar en la competencia de fosa. En Barcelona 92, le tocó a Juan Giha ganar una nueva medalla olímpica. El tirador logró presea de plata en skeet, confirmando que el tiro es el deporte más ganador en el Perú.
Para seguir con esa tradición de triunfos y con la mira puesta en los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019, aparece el nombre de Marko Carrillo, uno de los mejores tiradores que tiene el Perú en este momento, quien se encuentra entre los 20 primeros del mundo en su modalidad: 10 metros en pistola libre.
Su historia de éxito
Carrillo nació oliendo a pólvora. Desde muy pequeño, veía a su abuelo Víctor Carrillo Chávez, como cargaba el fusil y disparaba a un objetivo. Lo llevaba de la mano su papá Marco Carrillo Palomino, quien también empezó disparando fusil y terminó en la pistola. Marko tuvo el privilegio de compartir equipo con su papá: uno de sus primeros sueños logrados.
A pesar de la tradición familiar, a Marko le costó un poco convencerse por entrar con fuerza al tiro. Dedicaba su tiempo a los estudios y a la familia, pero recién en 2012, decidió entrar con todo a la competencia. En pocos meses, ya estaba en la selección y comenzó su ascenso en un tiempo corto.
“Crecí mirando disparar a mi abuelo y mi papá. Lo mío es básicamente una herencia familiar. Lo tenemos arraigado en la sangre. Desde niño acudía al polígono. Mi abuelo estuvo 15 años en la selección y también ganó la competencia Juan Gildemeister y mi papá se retiró de la competencia en 2013, luego de estar juntos en el equipo peruano de tiro, en los Juegos Bolivarianos de Trujillo. Tuve ese gusto”, cuenta el deportista nacional.
En la decisión de Marko Carrillo, por meterse de lleno a la alta competencia, pesó la realización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando vio como el cubano Leuris Pupo ganaba la medalla de oro, en la modalidad de pistola, en las pruebas de tiro. Gracias a eso, el deportista peruano de lleno, pensando en que cualquier momento estaría en el lugar que el cubano ocupaba en ese instante.
“Empecé a entrenar a mediados de 2012 y en el primer trimestre de 2013, ya había participado en un Gran Prix de Arequipa y en el Sudamericano de Argentina. Tarde poco tiempo en llegar a la selección, a pesar de no haber estado en ningún club”, afirmó Carrillo.
Entre los mejores del mundo
El tirador peruano logró dar un gran salto en el ranking mundial de la International Shooting Sport Federation (ISSF), al pasar del puesto 82 al 16, en la modalidad 10 metros en pistola de aire.
Esto sucedió luego de quedar sexto en el Copa del Mundo en Guadalajara, México, donde sumó 242 puntos y así llegó al puesto 16 del ranking.
“Es una alegría enorme. Una recompensa a todo lo que hago. Nada es gratis. Nada llega por azar. Es fruto de la constancia. Dedico a entrenar entre cinco a seis días. Son más o menos tres a cuatro horas las que estoy disparando”, afirmó Carrillo.
“Tengo la suerte de que mi familia me entiende en mi dedicación al tiro. Igual paso el resto del tiempo haciendo vida familiar. Tengo dos hijos, Ana Paula, de seis años, y Santiago, de un año. Ojalá que ellos siguen con la herencia, pero ya dependerá de lo que decidan. Serán libres para elegir”, añadió.
Carrillo es un deportista que nunca deja de pelear. Siempre piensa en lograr mejores propósitos. “Creo que mi fortaleza es ser perseverante. Eso
me define como valor fundamental para mi vida. Todas las metas que me pongo en la vida, lucho para conseguirlas”, expresó.
Lima 2019
El tirador nacional está enfocado en la realización de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019, donde tendrá la responsabilidad de defender la casa ante los mejores de América.
“Va a ser una gran competencia en el tiro deportivo, porque van a estar todos los mejores del continente. Un certamen de alto nivel, donde la expectativa estará en lograr la clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. El reto para mí en Lima 2019, será llegar al podio y mejorar la medalla de bronce de Toronto 2015”, afirmó Carrillo.
“Voy a tentar los cupos para Tokio 2020, ya que clasifican los dos primeros de cada modalidad. Es el reto, más por el aliciente de estar en casa. Vamos a competir ante nuestra familia. Es algo motivador, porque estamos trabajando para ello. Quiero que mi familia y mis amigos me vean en lo alto del podio”, acotó una de las principales cartas de triunfo del Perú en tiro deportivo.
El deportista nacional competirá en las pruebas de pistola de aire comprimido de 10 metros y en pistola de aire comprimido a 25 metros (en esta modalidad también participará en la competencia en parejas mixtas). Carrillo no podrá repetir su buena participación en los 50 metros, donde ganó bronce en Toronto 2015, porque dicha prueba ya no es considerada olímpica y no se disputará en Lima 2019.
Los próximos retos
Marko Carrillo se está preparando para sus próximas competencias. Arranca la primera semana de mayo en la Copa del Mundo de Fort Benning en Georgia, Estados Unidos. En el mes de junio, participará en los Juegos Suramericanos Odesur, que se desarrollarán en Cochabamba, Bolivia. Además, competirá en la Copa del Mundo de Múnich en Alemania.