¿Quién gobierna el país?… Por: Octavio Huachani Sánchez

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La corta, accidentada y tortuosa permanencia en palacio de gobierno del ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, a quién la prestigiosa revista The Economist llamó “Kuczynski el Breve”, tuvo varios factores.

En primer lugar PPK nunca supo despojarse de ese espíritu lobista que lo acompañó toda su vida. Si bien era criticable y dolosa su participación en contratos con Obredecht donde sus empresas obtuvieron cerca de cinco millones de dólares de ganancia por asesorar a la constructora brasilera cuando era ministro de Estado, entre el 2004 y el 2006 y también durante su candidatura presidencial del año 2011, cuando llegó a la presidencia continuó con esa tendencia lobista: el caso Chincheros fue el de mayor escándalo. Para eso tuvo como operador a Fernando Zavala a quien nombró primero Presidente del Consejo de Ministros del Perú;​​​ y Ministro de Economía y Finanzas hasta mediados de setiembre de 2017. Pese a su salida del gabinete ministerial Zavala continuó en palacio de gobierno y era un poder entre las sombras, ya que colocaba y sacaba ministros y funcionarios de puestos claves.

En segundo lugar se ubica Keiko Fujimori que jamás le perdonó el haberle arrebatado la presidencia con tan solo el 0.2% de los votos. Y desde ese momento empezó a jaquear al presidente Kuczynski. Tarea no tan difícil ya que su partido Fuerza Popular había obtenido una abrumadora mayoría de representantes en el congreso.

Todos los analistas coinciden que PPK le faltó muñeca política para capear los embates de los Fujimoristas. Puede ser verdad. Pero también es cierto cualquier candidato que le hubiera ganado en iguales circunstancias a la candidata de FP también le habría sido difícil enfrentarse al poder y rencor de Keiko Fujimori y salir airoso.

Pero hay que reconocer que PPK se la hizo fácil. PPK nunca fue un político en el sentido cabal de la palabra. No le importaba la política que solo la usaba para el logro de sus fines como economista y empresario a los que tenía especial consideración. Ello explicaría que su primer gabinete ministerial estuviera conformado por tecnócratas y empresarios. Quienes finalmente mostraron en errores tan garrafales como infantiles. Así las cosas la bancada Fujimorista con sus 73 escaños empezó su labor demoledora. Entonces haciendo uso de la Constitución Política que señala que el parlamento puede censurar y sacar ministros y gabinetes enteros procedió a expulsar al primer gabinete.

PPK siempre se mostró como un mandatario sin reflejos y con una evidente impericia política. Ello fue aprovechado por Keiko Fujimori. Al verse acorralado PPK tratando de ganarse las indulgencias de la lideresa de FP cedió a algunos requerimientos que esta le habría hecho.

De este modo KF logró que que Victor Paul Shihuiyama Kobachigawa, miembro del directorio de su ONG, fuese nombrado Superintendente Nacional de la Sunat. Y como el pide al cielo y pide poco es un loco, Ana Cecilia Matsumo Fuchigami, también integrante de su ONG, obtuvo el cargo de Intendente Nacional del Instituto Aduanero y Tributario. Cesar Luna Victoria, también de su ONG. Fue nombrado asesor de la Unidad de Investigación Financiera que por coincidencia es la encargada de analizar todo lo referente al caso Obredecht donde ella está involucrada.

Si PPK pensó que con esas concesiones la aguas se volverían calmas se equivocó

El indulto al expresidente Alberto Fujimori le trajo un pedido de vacancia que logró superar gracias a la intervención de Kenji Fujimori que hizo que la bancada de Fuerza Popular se resquebrajara.

Y desde ese momento aparece en toda su magnitud el real rostro de Keiko Fujimori.

La lideresa de Fuerza Popular no solo ordenó otro pedido de vacancia presidencial sino que para evidenciar los motivos del pedido, filtró documentos comprometedores para PPK que fueron obtenidos por la Comisión Lava Jato que preside Rosa Bartra de FP. Esto terminó por convencer a las otras bancadas para apoyar la vacancia.

Y como su hermano Kenji estaba realizando la misma labor  anterior para captar los votos de algunos congresistas supuestamente indecisos para votar a favor o en contra de la vacancia urdió un maquiavélico plan que hecho público podría no solo dejar fuera del parlamento a su hermano sino que además sin candidatear en el 2021. Y como cereza de torta el indulto a su padre también podría quedar sin efecto.

Es la misma actitud prepotente y abusiva que las diferentes comisiones del congreso que presiden los fujimoristas nos muestran día a día. Estamos avisados para el 2021.

Después de nada sirve quejarse.